jueves, 1 de junio de 2023

El poder de la educación: ¿Cómo podemos construir un mundo mejor?


Con el paso de los años hemos sido testigos del papel que cumple la educación en el desarrollo formativo e integral del ser humano, por lo que surge la interrogante: ¿cuál es la importancia de la educación en la sociedad? Ante esto es necesario mencionar que la escuela, principal centro de enseñanza, debe asumir ciertas funciones sociales a fin de generar ciudadanos autónomos, pero, sobre todo, personas que contribuyan a la construcción de una mejor sociedad: más equitativa, más responsable y más humana.


“La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”, frase célebre del pedagogo Paulo Freire.

Una frase que no solo goza de gran reconocimiento, sino que guarda una gran verdad. ¿No es acaso el proceso educativo el protagonista del avance social? A diario solemos escuchar “la educación debe encargarse de esto y de aquello”, “es culpa del mal sistema educativo” y otras expresiones afines sobre una problemática que todo un país adolece y que, evidentemente,  nosotros como docentes conocemos a mayor profundidad. 


Bajo esta perspectiva, es inevitable no recordar el pilar educativo vinculado al aspecto social: aprender a vivir juntos. Este principio plantea al proceso pedagógico como un medio fundamental para garantizar la convivencia igualitaria y, a su vez, promover la resolución de conflictos sociales de forma colaborativa. Por ello, como facilitadores del aprendizaje no podemos enseñar un contenido que sea indiferente a los fenómenos sociales, pues tenemos la responsabilidad de fomentar espacios de reflexión y diálogo en el aula que permitan desarrollar el juicio crítico de nuestros estudiantes.


Por otra parte, tener claridad respecto a la función social que tiene la educación es vital. No podemos considerar a la escuela como una institución apartada de la realidad en la que los estudiantes terminen con sus actividades en el horario académico y, una vez culminado, deban enfrentarse con circunstancias y problemáticas que les resultan ajenas o peor aún...¡desconocidas! La escuela no tiene como único deber social a la integración ciudadana en deberes cívicos o la preparación para ejercer una profesión, sino que debe asegurar la formación de personas íntegras y capaces de proponer soluciones que permitan el avance de nuestra sociedad.


"Ustedes son el futuro" solía decir la directora de mi escuela en todos sus discursos. "¿Nos preparan para un futuro mejor o peor?" solía preguntarse uno. Es claro que ahora como docentes podemos plantear distintas alternativas al respecto. Tenemos en nuestras manos la posibilidad de formar personas íntegras, con mayor capacidad de entender los continuos cambios de la modernidad, capaces de valorar la diversidad, respetarla y reducir la desigualdad, ¡capaces de crear el anhelado mundo mejor!


Y tú, joven educador:

Desde tu papel como docente, ¿cómo podrías ayudar a que tus estudiantes construyan un "futuro mejor"?


Para complementar la información, te invito a ver el siguiente video:



Fuente: Creación propia


El poder de la educación: ¿Cómo podemos construir un mundo mejor?

Con el paso de los años hemos sido testigos del papel que cumple la educación en el desarrollo formativo e integral del ser humano, por lo q...